En este artículo de opinión, el experto en Derecho Constitucional analiza la actuación del presidente electo tras las críticas que generó su viaje a Chile. "Era una cita ineludible", considera el docente.
Por Tania Elías. 05 julio, 2016.La presencia del Presidente electo en la reciente cumbre de la Alianza del Pacífico en Chile, más allá de las buenas relaciones diplomáticas entre estados fronterizos, ha sido una oportunidad para presentarse y dar a conocer su pensamiento respecto al futuro de la alianza, las estrategias y captación de nuevas y necesarias inversiones extranjeras en nuestro país.
Si bien un sector del periodismo consideró el viaje como un error político, que debió esperar a ‘limar asperezas’ con su próxima oposición parlamentaria, pues toda futura oferta o compromiso del Estado peruano con sus pares de la alianza deberá pasar por la previa aprobación del Congreso; sin embargo, a pesar de este importante tema pendiente en la agenda política nacional, no se puede controlar el surgimiento de los diversos temas a resolver y el orden para su respectiva atención.
Se trataba de una cita ineludible, especialmente porque fue invitado por la Presidenta del país anfitrión del encuentro internacional. Ineludible, por la oportunidad de conocer, conversar e intercambiar ideas con sus pares y socios estratégicos de una alianza que nació con el fin de ser un frente común ante los países integrantes de la Apec.
Los antiguos y nuevos problemas políticos internos que se le presenten al nuevo gobierno no pueden distraer su atención de la agenda internacional y las relaciones comerciales del país. Debemos precisar que la solución a los problemas políticos tiene distinto punto de cocción, algunos pueden esperar, otros no tanto y, finalmente, están los que requieren una respuesta inmediata y contundente del mandatario. Por eso, el ejercicio de la política es un arte: se debe saber distinguir la calidad de cada problema y calendarizar su solución de acuerdo con su grado de complejidad.
La necesidad de lograr un primer entendimiento con la próxima composición parlamentaria también es una prioridad, de cara a la investidura del Presidente del Consejo de Ministros y su primer gabinete, de lo contrario no se podrá construir gobierno en el ejecutivo. Es cierto que el Presidente de la República no puede eludir los problemas políticos a resolver, su liderazgo se medirá precisamente por la forma, fondo y oportunidad para resolverlos o encaminarlos para su futura solución.
(El Tiempo, 5 de julio de 2016)